La Democracia en Panamá
domingo, 10 de noviembre de 2019
El Señor del Aseo
Por: Isis de Vaz de Melo
En un campo lejano, allá en Chiriquí, un vendedor ambulante llama a una humilde vivienda. Una mujer delgada y arrugada por las carencias del destino, abre la puerta y el hombre le pregunta: «Dónde está la señora del aseo?» «Somos muy pobres, no podemos pagar ayuda con la limpieza, hago todos los quehaceres de mi casa», respondió la señora con algo de desconcierto. « A usted me refería, las mujeres solo sirven para limpiar, cocinar y tener hijos, así que usted es la señora del aseo», le ripostó con arrogancia el individuo.
Soy egoísta, me preocupa más mi país que otras naciones. Supongo que no debe ser fácil ejercer el papel de presidente títere, pero hay algunos que actúan con verdadera devoción y talento. Sin embargo, siempre la población se queda en la duda de donde salen las decisiones del Palacio de las Garzas...serán de Costa del Este? De alguna sinagoga liberal o ultraortodoxa? De alguno de los mal llamados «cinco fantásticos»? De «la embajada»? O una mezcla de todos? De donde sea, a estas alturas del partido, los panameños sabemos que el verdadero poder no está en San Felipe. No tiene el paisaNito ni unas Malvinas que recuperar para distraer la atención de sus verdaderas órdenes...Y en esta mañana lluviosa, te pregunto Panamá, dónde está el señor del aseo?
martes, 5 de noviembre de 2019
De Reformas Constitucionales y Realidades Paralelas
Por: Isis de Vaz de Melo
Cuando éramos niños, mis hermanos y yo, dormíamos en el mismo cuarto y en la misma cama. Vengo de una familia «acomodada», porque nos acomodábamos en aquella cama de la manera más amorosa. Nada crea vínculos tan grandes como la cercanía, al punto de que imaginábamos cosas juntos, como aquella memorable madrugada donde uno despertó a los demás porque creía haber descubierto un planeta. Ahí estaba él, brillante y enorme y nosotros, llenos de ilusiones nos quedamos viendo por la ventana, durante horas aquella esfera brillante que parecía querer chocar con la tierra...Nuestros corazones latían con fuerza y el brillo de nuestra fantasía era tan grande como la inocencia infantil de tres chicos del interior...Todo iba bien hasta que uno de mis hermanos se dio cuenta de que nuestro planeta no era más que el foco del poste del alumbrado público. La candidez y hasta la ignorancia es graciosa en los niños, pero no en los adultos. Antes creía que teníamos un presidente secuestrado, pero ahora pienso que tenemos un presidente que vive en un país paralelo al nuestro. A medida que voy leyendo las reformas percibo que en un par de artículos, se vuelve a la dictadura disfrazada de instucionalidad y creer, si quiera, que se podía pasar esta ley sin traumas sociales, demuestra una carencia exacerbada de prudencia.
Si bien puedo identificar, por lo menos, cinco corrientes distintas entre aquellos que nos oponemos a la forma y fondo de este documento, nos une la desesperada sed de supervivencia por nuestro futuro. Los panameños no queremos abandonar nuestro país, queremos llegar a acuerdos civilizados que garanticen igualdad de oportunidades para todos, sin distingo de raza, religión, orientación sexual o filiación política. Atentar contra el derecho a disentir, infiltrando quintas columnas para demeritar una protesta cívica y patriótica, es el resultado de largos años de experiencia siendo el brazo civil de la dictadura.
Al final del día los chicos salieron a defender su futuro, así que recuerde, señor presidente, que cada muchacho maltratado por protestar, es el hijo de alguien, el nieto de alguien, el hermano de alguien, y el sobrino de alguien...Hablemos de muertos, un partido político difunto, no gana elecciones y los muertos, por lo menos en la realidad en la que vivo, no votan.
lunes, 2 de septiembre de 2019
Me llaman 15%
Últimamente comienzo a escribir y me arrepiento. Sé que hay montones de gente escribiendo y criticando, así que quisiera hacer un aporte más general, pero contundente.
Creo que ya les he contado esta anécdota de hace muchos años, pero allí va otra vez: Cierto día, mi hermano Manuel salía del centro comercial El Dorado, atravesando los estacionamientos, rumbo a su democrática parada de bus, cuando un «bien cuidao», le sale al paso y le dice: «bien cuidao chif», mi adorable hermano pequeño, se le queda viendo y le pregunta:«Cuál es mi carro?».
No quiero ser graciosa hoy, porque la vida en este país no es una gracia. Aquí te «coimean» hasta por respirar y los niveles de estafa han adquirido tanta sofisticación, que ni la utilización de la cruz de Cristo se salva como método de alivianar el bolsillo. Si es exagerado decir que el panameño tiene alma de ladrón, lo que sí ha tenido que desarrollar es toda una habilidad para traga sapos y hacerse de la vista gorda, porque si no lo hace, no solo corre el riesgo de quedarse sin trabajo, sino que los verdaderos delincuentes se unen, le arman un caso y el que queda preso es el que denunció. Se imaginan la pesadilla de ser una persona honesta y trabajar en puestos sensibles del Ministerio de Trabajo, Migración, Municipio y cualquier otra institución del estado dónde se ponga una multa? Se imaginan la presión de aquellos encargados de actos de licitación pública? Han pensado alguna vez en el policía que ve coimeando a un superior, pero luego tiene que arrestar al que se robó un molde de pan en un súper? La honestidad es una cualidad que implica mucha soledad y un estado cada vez más peligroso.
Una bala perdida, un empujón en una escalera, una encerrona y posterior golpiza dentro de un baño, son argumentos más que convincentes para renunciar o pasar a engrosar la lista cada vez más creciente de héroes anónimos y muertos.
Quisiera yo que hubiese funcionarios que tuviesen el apodo de «90%» porque es su porcentaje de efectividad en el puesto que desempeñan, pero señores, que exista alguien que su fama sea precedida por el «15%» y no precisamente de efectividad, no es tan malo como el funcionario que lo designó.
Dicen los agoreros que si los corruptos murieran todos después de un desastre natural, en Panamá solo sobrevivirían un par de cientos de miles. La corrupción no es una práctica de supervivencia, la corrupción se ha convertido en un deporte nacional donde se admira a todo aquel que desarrolla nuevos mecanismos para burlar la justicia.
Creo que ya les he contado esta anécdota de hace muchos años, pero allí va otra vez: Cierto día, mi hermano Manuel salía del centro comercial El Dorado, atravesando los estacionamientos, rumbo a su democrática parada de bus, cuando un «bien cuidao», le sale al paso y le dice: «bien cuidao chif», mi adorable hermano pequeño, se le queda viendo y le pregunta:«Cuál es mi carro?».
No quiero ser graciosa hoy, porque la vida en este país no es una gracia. Aquí te «coimean» hasta por respirar y los niveles de estafa han adquirido tanta sofisticación, que ni la utilización de la cruz de Cristo se salva como método de alivianar el bolsillo. Si es exagerado decir que el panameño tiene alma de ladrón, lo que sí ha tenido que desarrollar es toda una habilidad para traga sapos y hacerse de la vista gorda, porque si no lo hace, no solo corre el riesgo de quedarse sin trabajo, sino que los verdaderos delincuentes se unen, le arman un caso y el que queda preso es el que denunció. Se imaginan la pesadilla de ser una persona honesta y trabajar en puestos sensibles del Ministerio de Trabajo, Migración, Municipio y cualquier otra institución del estado dónde se ponga una multa? Se imaginan la presión de aquellos encargados de actos de licitación pública? Han pensado alguna vez en el policía que ve coimeando a un superior, pero luego tiene que arrestar al que se robó un molde de pan en un súper? La honestidad es una cualidad que implica mucha soledad y un estado cada vez más peligroso.
Una bala perdida, un empujón en una escalera, una encerrona y posterior golpiza dentro de un baño, son argumentos más que convincentes para renunciar o pasar a engrosar la lista cada vez más creciente de héroes anónimos y muertos.
Quisiera yo que hubiese funcionarios que tuviesen el apodo de «90%» porque es su porcentaje de efectividad en el puesto que desempeñan, pero señores, que exista alguien que su fama sea precedida por el «15%» y no precisamente de efectividad, no es tan malo como el funcionario que lo designó.
Dicen los agoreros que si los corruptos murieran todos después de un desastre natural, en Panamá solo sobrevivirían un par de cientos de miles. La corrupción no es una práctica de supervivencia, la corrupción se ha convertido en un deporte nacional donde se admira a todo aquel que desarrolla nuevos mecanismos para burlar la justicia.
lunes, 18 de febrero de 2019
Radiografía del desempleo en Panamá
Por Isis de Vaz de Melo
Creo que sé alguito del comportamiento del empleo en nuestro país. Con la crisis económica vivida en España, Venezuela, Nicaragua y Colombia, los panameños nos encontramos de la noche a la mañana compitiendo por plazas de trabajo con personas con estatus laboral y migratorio en regla o no. Muchos de estos profesionales foráneos tienen dos y tres maestrías y están dispuestos a aceptar trabajos de B/.800.00. Me he encontrado con arquitectos, ingenieros, abogados y contadores extranjeros, que si bien no pueden firmar documentos, ejercen la profesión, sin ninguna limitación.
Qué significa ésto? Los empresarios se han acostumbrado a pagar muy poco por mano de obra hipercalificada.
Quiénes promueven esta situación? Los gobiernos cuya origen viene del sector empresarial. Ellos no están interesados en que está situación cambie, por lo tanto, las redadas migratorias no son ni efectivas y son muy escasas.
Siendo así, nuestra población escolarizada en los más altos niveles y después de gastar más de 10,000 dólares en centros privados de enseñanza superior, se encuentran ganando lo mínimo para sobrevivir. Con el cambio de gobierno a las puertas de la historia, muchos tendrán un refugio de invierno por cinco años, pero ésto no soluciona el problema del desempleo y los bajos salarios que apenas alcanzan para subsistir.
Qué ocurre con el individuo que de milagro terminó la secundaria?
Si está desempleado, que más del 70% lo está, tiene mucho tiempo para preocuparse, desesperarse y pensar...usted cree que todos los desempleados emprenden? Sí...algunos se dedican a delinquir de las formas más creativas, otros, muy pocos, se consiguen una actividad con la cual van sobreviviendo...pero en la medida que el desempleo sube, crece la criminalidad. Estos políticos, empresarios...los dueños del país...parecen creer que la criminalidad nunca los alcanzará, pero lo cierto es que no todas las balas tienen nombre.
sábado, 25 de junio de 2016
lunes, 2 de mayo de 2016
Lema de campaña para el 2019: Conoce al criminal por el cual votaste!
Buenos días, mis estimados amigos! Cuando un órgano del estado pierde credibilidad, ya no la recupera. En la polémica, con olor a trifulca de patio limoso, sobre las modificaciones de la ley de contrataciones públicas, recuerdo un acontecimiento del pasado. Había una periodista, que se dedicó a publicar artículos en contra de las constructoras que levantaban grandes edificios, a lo largo de la Avenida Balboa. Lo hizo por unos cuantos meses, hasta que una de esas empresas, la contrató como relacionista pública con un jugoso salario y la incomodidad le pasó por arte de magia! Es por eso, que no creo en la buena voluntad de nuestros diputados al defender las posiciones extremas, que se han manifestado, ya que lo considero un simple ardid para poder cobrarle vulgares mordidas a las grandes empresas, que se verían perjudicadas, si pasa la mencionada ley. Nada diferente a lo que pasa en un barrio criminal de esta ciudad, donde para pasar por la calle tuve, una vez, que pagar a un retén ilegal, de individuos con mala pinta, para que no nos hicieran daño. La criminalidad llevada a su máxima expresión de sofisticación, señoras y señores! Conoce al criminal por el cual votaste! Lema de campaña para el 2019!
domingo, 1 de mayo de 2016
1º de Mayo: Gusanos y gorgojos en la comida del pueblo panameño.
Buenos días, mis estimados amigos! En esa pregunta de qué fue primero, si el huevo o la gallina, yo siempre he sabido la respuesta, que tiene que ver con la teoría creacionista. La gallina fue primero, porque Dios creó a todos los animales y luego se reprodujeron. De la misma forma, es importante que no perdamos de vista el origen de la corrupción de nuestro país. Nació con la llegada de los españoles!!! Luego que nos independizamos de España, ya la mezcla, hacía burbujas genéticas de corrupción. Nos unimos a Colombia y para podernos separar, le pagamos una vulgar coima, al oficial que dirigía la tropa colombiana, que estaba en Colón. Pero esa mordida, tenía un costo. Las familias que aportaron para esa "vaquita", pidieron a cambio, tierras en el centro de la ciudad, que luego vendieron a precios astronómicos y son los millonarios que hoy conocemos. Solo escarbar un poquito en nuestra historia y la veremos llena de traiciones, "lagrimitas" y demás actos viles. Lo que también ha prevalecido, es la constante opresión a las clases populares, a nosotros, los hijos de la cocinera, los afrodescendientes, los indígenas, que ahora, por arte del gobierno del Pueblo Primero, acaba de excluir a los Gunas, como parte de nuestros pueblos originarios, porque provienen originalmente de Colombia. Argumento económico, más que histórico, ya que el tiempo y la cultura, que hace casi un siglo, adoptamos como nuestra, son motivos suficientes para hacerlos tan propios, como la pollera, que si seguimos la línea de pensamiento clasista, tampoco debería ser nuestro principal vestido nacional, porque tiene raíces españolas. Qué les pasa? Acaso hay culturas potables y no potables? Pero es que no podemos esperar peras del olmo, verdad? El Viceministro de Educación, el mismo que dijo que no era malo para la salud de los estudiantes, comer comidas con gorgojos y gusanos, es un digno representante de este gobierno. Su disculpa, fue peor que la afirmación primera, porque no se retractó: "Yo creo que hice una comunicación inadecuada. Hice una apreciación de un fenómeno biológico, pero que no era pertinente en ese momento". En pocas palabras, no es alarmante que el pueblo coma de manera poco salubre y digna, porque son personas dispensables. Si viviéramos en otros países, la mera alusión de la subida del pasaje del transporte público, las declaraciones de este individuo y la fría indiferencia, con que este gobierno, ve las necesidades de empleo, salud y educación de la población, serían más que suficientes para que las protestas no cesaran, la tranquilidad no llegara a la cama de los gobernantes, hasta encontrar verdaderas respuestas y justicia popular. Hoy, en el día del trabajador, paisano mío, panameño, te ruego que paremos de estar diciendo que sí y aprendamos a decir, NO.
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