miércoles, 23 de diciembre de 2015
Desde Noriega y Martinelli...
Buenos días, mis estimados amigos! Justicia...hay cosas que solo se pueden entender con el tiempo y ayer entendí por qué motivo había mucha gente que suspiró aliviada cuando Noriega fue apresado. Cuando el General fue capturado, se le echó tierra a las faltas y delitos de un montón de gente y no es que quiera decir que el hombre no sea merecedor de su condena, pero nadie hace lo que él hizo, solo. No sé en qué momento de la campaña política pasada me cegué y nunca supe que nuestra flamante vicepresidenta, le debe el título al hecho de ser botella de la dictadura en el servicio exterior. Esa es una de las que pasó agachada y renace como un fénix de carnaval, como una mujer impoluta. Recordemos que la rabiblanquera se adaptó para hacer negocios con la dictadura, así que muchos pasaron agachados. Mucha gente de todos los partidos, pasaron agachados y hoy se repite la misma historia. Con el encarcelamiento, bien merecido, de Martinelli, el actual presidente y muchos como él, pasarán agachados. La gente tendrá un responsable y los demás se podrán morir de la risa, se reirán de la justicia, se reirán una y otra vez del pueblo, pero no se reirán de Dios, porque yo les declaro maldición a sus intenciones, a sus casas, a sus familias y a sus negocios. Que quiebren como la hierba que se dobla ante el embate del viento, que la felicidad les huya, como el diablo a la cruz, que no puedan conciliar el sueño sin pastillas y que cada uno de sus días, debajo del sol, sean de profunda angustia, hasta el último suspiro, que les lleve directamente y en primera clase, si quieren, al mismísimo infierno. Cuando me preguntan qué estoy haciendo, les respondo la verdad. Buscándole trabajo a la gente, para que tengan algo en su paila, para que le puedan comprar una muñeca o un carrito a sus hijos, para que no les quiten las casas, para que pasen un mejor feliz año. Yo vivo en un país diferente, tal vez sea el mismo, geográficamente hablando, pero yo sí que me acuesto pensando donde más encontraré vacantes y cuántos más podrán conseguir una manera de ganarse la vida para suplir sus necesidades más básicas. En cuanto esto ocurre, nos gastan nuestra plata en bonos, fiestas y casi nadie se preocupa por los que no tienen ni con qué poner la mesa. El día en que nos preocupemos, genuinamente, por los demás, dejaremos de votar por maleantes disfrazados de imbéciles. Tened lindo día!
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