Buenos
días, mis queridos contactos! Comenzó la farsa! Cuál farsa? La de
cuántos siglos la de cuántos años, la de cuántos meses, la de cuántas
semanas, días, minutos y segundos? Creo que vivimos en una gran farsa
desde hace mucho tiempo y no nos hemos percatado. Somos farsantes,
cuando no reconocemos nuestros errores. Somos farsantes, cuando
pretendemos ser de una forma, cuando en realidad somos de
otra. Somos farsantes, cuando nos mentimos a nosotros mismos y somos
tan buenos, que hasta nos creemos nuestras propias mentiras. Tal vez
sería bueno, aprovechar el asueto para preguntarnos por qué actuamos de
la manera en que manejamos nuestra vida, qué nos mueve, qué hace que nos
esforcemos o dejemos de hacerlo. Si seguimos la corriente, por qué lo
hacemos? Porque es más fácil? Porque es menos complicado? Si nadamos
contra la corriente, por qué nos corremos el riesgo? Por la adrenalina?
Por la aventura? Por firmes convicciones, aunque nos corramos el riesgo
de estar equivocados en el cómo? Una persona es como una semilla, que
puede caer en tierra fértil, en el desierto o en tierra pedregosa. Se
desarrollará de acuerdo a lo fácil o lo difícil que le haya tocado
experimentar para poder crecer. Con todos los traumas o falta de los
mismos, intentará salir adelante, de la mejor forma que conoce o que el
terreno donde pisa se lo permita. Bueno, malo, mejor, peor? No lo
sé...pero lo que sí sé, es que no debemos ser sombra para que los
malvados prosperen, para que se instaure la corrupción como forma de
vida, para que las mentiras de los demás se queden para siempre y sobre
todo para no entregarle el país a quienes nunca se han quitado la
máscara. Tened lindo día!
Por Isis de Vaz de Melo
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