Buenos
días, mis queridos contactos! Antes de comenzar a escribir sobre el
tema de hoy, decidí hacer una pequeña búsqueda sobre un síndrome que
pensé había descubierto yo, pero encontré que el tal síndrome ya había
sido nombrado, pero con una patología totalmente distinta a la que
considero, así que sin ser especialista, les contaré sobre "El Síndrome
del Metro Cuadrado". Los que lo sufren, llevan
un dictador por dentro y parece que han carecido de la oportunidad de
brillar o ser reconocidos de alguna forma. Primero lo detecté en la
persona que te deja entrar en los cines, una vez llega la hora de la
película. El tipo o la fémina te dicen de que manera hacer la fila, pero
algunos se exceden, cuando siguen dando instrucciones más allá de lo su
puesto demanda, como si el mundo se fuera a acabar o si te quedará sin
ver la película como penalización por no comportarte de acuerdo a sus
instrucciones. De allí en adelante, lo he visto en jefes de
departamento, una recepcionista, un gerente y hasta un vendedor. Una
pequeña cuota de poder y se creen dueños del alma y el cuerpo de la
gente, por efímeros minutos. Este es un mal que se extiende a "otras
cuotas de poder" mucho más durables, como lo son los representantes de
corregimiento, alcaldes, gobernadores, diputados, jueces, magistrados,
fiscales, corregidores, presidentes, etc. Podríamos basar nuestra
elección, durante el torneo electoral, en nuestra percepción de si el
sujeto en cuestión, sufre del Síndrome del Metro Cuadrado, no queremos
que esa gente gobierne nuestro destino, verdad que no? Tened lindo día!
Por Isis de Vaz de Melo
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