viernes, 12 de febrero de 2016

El juego de la mal llamada: Sociedad Civil en Panamá

Buenos días, mis estimados amigos! Soliloquio: "Nombre masculino
Discurso que mantiene una persona consigo misma, como si pensase en voz alta". Siempre he dicho que la Sociedad Civil Organizada tiene el papel social de pretender ser la muy católica y civilizada arma, para que los cambios que el país, realmente necesita, no se den. Son un atajo, usado por el gobierno, para que al final del camino, tras comisiones, reunioncitas y acuerdos trasnochados, la derecha converse solita y llegue a ser flexible sólo en lo que está dentro de sus intereses. Voy a ser benévola y diré que no todos los que participan saben que están siendo utilizados, pero el fin es el mismo. No creen que si realmente hay alguien a quien reclamarle es al presidente? Pero no, buscando la cercanía religiosa, hacen su actividad alrededor de la Iglesia del Carmen. La misma santidad que dice poseer con un velo panameñista, salpicada de seco Herrerano, el presidente de este país. Me siento como en la época de los Borgia. Nadie como el Papa Alejandro, para saber de maquinaciones y entuertos, para verse célibe, aunque se estuviera desayunando a la propia hija. Y ni siquiera voy a distinguir a nuestro presidente con tal habilidad, pero sí quienes realmente mandan en el país, la tienen. Eso de graduarse de títere junto con la banda presidencial, no es nuevo en esta tierra, ni en el mundo. Sólo que a medida que pasa el tiempo, uno tiene la esperanza de verlo menos seguido. Nada nuevo debajo del sol. Si realmente se quisiera un cambio, las marchas deberían ir a la presidencia y ser liderizadas por los movimientos populares. Constituyente Originaria! Tened lindo día!